A más de 1300 metros de altitud, entre la Sierra Nevada y el Mediterráneo, La Divisa elabora en la Alpujarra Granadina vinos expresivos en medio de paisajes espectaculares. Marcada por la paciencia, el respeto a la naturaleza y un arduo trabajo manual, la bodega representa una filosofía que une las alturas extremas con la integridad ecológica.
La Divisa fue fundada en 2017 a partir de la visión de dos personas inspiradas por la belleza intacta de la Sierra de la Contraviesa. Su objetivo era devolver el prestigio a una región subestimada, creando un proyecto con propósito que apostara por el cultivo ecológico, las grandes altitudes y una fuerte conexión con el terruño. De un sueño nació una ambiciosa realidad: hoy, entre almendros e higueras, surgen vinos singulares que combinan lo mejor de la altitud, el emplazamiento y el clima.
El trabajo en La Divisa sigue claros principios ecológicos: se producen exclusivamente vinos de mínima intervención, utilizando levaduras autóctonas y un enfoque artesanal tanto en el viñedo como en la bodega. Las viñas —más del cincuenta por ciento de ellas viejas y más de un diez por ciento de pie franco— crecen en pendientes con suelos franco-arenosos atravesados por cuarzo y pizarra.
Además de variedades autóctonas como Jaén Negro, Garnacha Tintorera o Vigiriega, también se cultivan, con un enfoque experimental, cepas internacionales como Syrah, Petit Verdot o Vermentino. El objetivo es siempre crear vinos vivos, con frescura, mineralidad y profundidad, vendimiados con precisión en su punto óptimo de maduración: una declaración de compromiso con el origen, la naturaleza y la calidad.















