Garnacha Tinta
La Garnacha (conocida también como Garnatxa o Garnacha Tinta), una uva de noble linaje y versátil naturaleza, se yergue como gran protagonista en el vasto mosaico vitivinícola de España. Esta variedad, conocida por su adaptabilidad y capacidad de expresión del terroir, ha encontrado en el suelo español el escenario perfecto para desplegar su amplia gama de matices. Saber más
Principales zonas de cultivo en España
En España, la Garnacha se cultiva predominantemente en regiones como Aragón, Rioja Oriental, Cataluña, Navarra, y la Sierra de Gredos. Cada una de estas zonas imprime en la uva características únicas, fruto de la interacción entre el clima, el suelo y las costumbres vitivinícolas de cada zona. Entre las denominaciones de origen que han llevado a la Garnacha a la cumbre de la calidad destacan:
1. DOQ Priorat y DO Montsant (Cataluña): Terroirs de suelos pizarrosos (llicorella) y de granito que confieren a la Garnacha una intensidad y mineralidad únicas.
2. DO Campo de Borja, DO Cariñena y DO Calatayud (Aragón): Regiones que se benefician de un clima continental y suelos diversos, que realzan la potencia y complejidad de la Garnacha.
3. DO Navarra: Con una historia vitivinícola rica, la Garnacha de Navarra es sinónimo de frescura y elegancia.
4. DO Cebreros (Sierra de Gredos): La Garnacha de Gredos ha cobrado gran protagonismo en el panorama vinícola, atrayendo la atención de críticos y aficionados. Los vinos de esta zona se caracterizan por su capacidad de transmitir la pureza del terroir y se distinguen por su elegancia y finura. Los aromas florales se entrelazan con notas de frutos rojos frescos y un sutil toque mineral. En boca, su equilibrio es ejemplar, con una acidez refrescante que se complementa con una textura sedosa y taninos bien pulidos.
Características organolépticas
La Garnacha se caracteriza por un amplio abanico de perfiles organolépticos que varían según el terroir y el método de vinificación:
Aromas: Un ramillete de frutas rojas como la frambuesa y la fresa, entremezcladas con pimienta blanca, kirsch y cítricos.
Taninos: Aunque generalmente suaves, los taninos pueden presentar mayor firmeza en vinos de viñedos antiguos o de zonas con mayor concentración.
Acidez: La Garnacha tiende a tener una acidez moderada, aunque en algunos suelos como los de Gredos la acidez es importante, contribuyendo a la frescura y vivacidad y longevidad de los vinos. Una de las cualidades más preciadas de la Garnacha es su habilidad para reflejar el terroir.
Estilos típicos de los vinos
La Garnacha es tremendamente versátil, dando lugar a vinos jóvenes y frutales, así como a complejos vinos de guarda:
Vinos monovarietales: Donde la pureza de la Garnacha se expresa en toda su plenitud. Desde los puros y expresivos vinos de Garnacha vieja del Priorat hasta las versiones frescas y florales de Sierra de Gredos.
Blends/coupages multivarietales: Comúnmente mezclada con Tempranillo (en Rioja), Syrah o Cariñena (en Priorat / Montsant), la Garnacha aporta cuerpo, dulzura frutal y suavidad a los blends.