En la zona fronteriza entre León y Galicia, Bodegas Adriá cultiva 24 hectáreas de viñedos en Villafranca del Bierzo, con un enfoque claro en variedades autóctonas como Godello y Mencía. Estas uvas crecen en suelos ricos en arcilla y cal, que aportan una marcada mineralidad, y se desarrollan bajo un microclima atlántico que favorece su maduración óptima.
Con raíces que se remontan a tres generaciones, Bodegas Adriá ha evolucionado de una bodega familiar orientada al granel a una firma de alta calidad, que desde hace 25 años vinifica y embotella por separado cada parcela para preservar el carácter único de cada terruño. Actualmente, Margarita y Rocío lideran el proyecto con la visión de explorar constantemente el potencial de cada viñedo y cosecha, basándose en un profundo conocimiento de la uva como materia prima.
Los vinos de Bodegas Adriá se producen sin riego artificial, en armonía con la naturaleza, y se elaboran a partir de uvas seleccionadas a mano para asegurar solo los racimos más sanos y aromáticos. Los suelos de arcilla y cal proporcionan una mineralidad distintiva que se refleja en cada vino.
El maestro bodeguero, Adelino Pérez, maneja con gran delicadeza las variedades Mencía y Godello, logrando vinos que expresan fielmente las condiciones geológicas y climáticas del Bierzo, así como el respeto y cuidado en el viñedo y la bodega. Esta filosofía se manifiesta en cada botella de Bodegas Adriá, auténticos vinos de terroir con carácter atlántico.