Bodegas Briego se encuentra en la pequeña comunidad de Fompedraza Páramo, en la provincia española de Valladolid. Está situada a unos 900 metros sobre el nivel del mar y está rodeada de viñedos y encinas micorrizadas.
Ya a mediados del siglo XX, el padre de los actuales viticultores comenzó a elaborar vino. Puso un énfasis especial en una cultura vinícola sostenible y en la máxima calidad de los vinos. Sus hijos, Gaspar, Fernando y Javier Benito Hernando, siguen aún hoy esta filosofía. Para mejorar continuamente el cultivo y la calidad de los vinos, comenzaron a reestructurar la bodega en 1988. Cada uno de ellos asumió una tarea específica: Gaspar se encargó del cuidado de los viñedos, Javier de la elaboración de los vinos y Fernando de la gestión de la bodega. Así, ampliaron sus conocimientos, lo que resultó en vinos cada vez más perfectos. Andrea, la tercera generación, ya asume responsabilidades Bodegas Briego. El éxito de esta colaboración familiar se refleja en varios premios y distinciones.
Los hermanos Benito Hernando están orgullosos de su tierra y siguen la convicción de que el vino solo puede ser excelente si el proceso de cultivo y elaboración está en armonía con la naturaleza y sus frutos. La vendimia de las uvas Tempranillo se realiza a mano. La bodega es de última generación y ofrece las condiciones perfectas para la producción de vinos excepcionales. Allí, los vinos maduran en barricas de roble francés y americano. Así, se obtienen productos finales que destacan por su armonía, personalidad y estructura.
Los viñedos de la bodega Bodega Briego se encuentran a diferentes altitudes. Hay aproximadamente diez días de diferencia entre la maduración perfecta de las uvas en el valle y en los viñedos de mayor altitud. Las mejores parcelas se encuentran en La Hoyada, a 910 metros de altura, cerca de Fompedraza, y en Solanas, cerca de Peñafiel, a unos 800 metros de altura. Además de la maduración, otra diferencia entre estas parcelas es el suelo: las cepas de La Hoyada crecen en un suelo pedregoso, calcáreo y seco, mientras que Solanas cuenta con un suelo de arcilla a arenoso.