Bodegas Vilano fue fundada en 1957 en Pedrosa de Duero y representa la viticultura tradicional en la prestigiosa región de Ribera del Duero. Este viñedo combina tecnologías modernas e innovadoras con la tradición para crear vinos excepcionales de la variedad autóctona Tinta Fina. La filosofía de Bodegas Vilano se basa en la convicción de que la esencia de su región se captura en cada botella, lo que resulta en aromas que dejan una impresión duradera. Cada vino refleja así la rica historia y el terroir de Ribera del Duero.
Bodegas Vilano inició su trayectoria en Pedrosa de Duero con el objetivo de honrar las tradiciones profundamente arraigadas y la pasión por el vino en Ribera del Duero. Partiendo de una capacidad inicial de 300,000 kilos de uvas, la bodega ha expandido su producción a 2.6 millones de kilos de uvas por año. Esta evolución subraya su incansable compromiso con la innovación. Siempre en un proceso de mejora continua, Bodegas Vilano se ha convertido en un proyecto con ambiciosas visiones de futuro, sustentado por la dedicación y el conocimiento experto en uvas, vino y la región.
La filosofía de Bodegas Vilano refleja una profunda conexión con la naturaleza y la comunidad, centrando la atención en la vid, el paisaje y las personas. El Tempranillo, la variedad emblemática de la región de Ribera del Duero, se cultiva en suelos arenosos de tonos ocres y arcillas rojizas, otorgando a los vinos su identidad única. El meticuloso trabajo manual de familias que han cuidado los viñedos por generaciones es un testimonio de la dedicación y el respeto por la tierra. A través de estas técnicas tradicionales en el viñedo e innovadoras en la bodega, Bodegas Vilano crea vinos excepcionales que capturan la esencia de sus mejores parcelas. Este enfoque, combinado con un fuerte sentido de comunidad, forma la identidad central de Vilano, reflejada en cada uno de sus vinos cuidadosamente elaborados.