El gran éxito de la Bodega Mascaró se basa en que el hijo del fundador, Antonio, y su hija Montserrat valoran la calidad tradicional. La personalidad del producto proviene de la experiencia del abuelo, del trabajo y del cariño hacia sus propios viñedos. La ubicación especial de la Bodega Mascaró proporciona una experiencia de sabor de calidad excepcional.
La tradición de la Bodega Mascaró comenzó en 1894 con el nacimiento de Narcís Mascaró. El comercio de vinos de su padre en Vilafranca del Penedés fue la base para la futura bodega. Ya en 1946, Narcís elaboró las primeras botellas de destilados y cavas. La familia Mascaró vinifica las uvas de sus propios viñedos en su finca "Mas Miquel", que anteriormente perteneció al monasterio cisterciense de "Santes Creus". Antonio y Montserrat Mascaró son viticultores apasionados y los amantes del vino lo notan en cada gota.
La agricultura ecológica y el clima mediterráneo continental otorgan a las uvas de la Bodega Mascaró una calidad excelente. Se cultivan las variedades tintas Garnacha y la blanca Parellada. La cosecha se realiza completamente a mano y se transporta en cajas de 25 kg. La base de la producción de la Bodega Mascaró son el prensado tradicional de racimos enteros y el método Champenoise. De esta manera, los cavas se elaboran como Reserva o Gran Reserva. Aunque el rendimiento es inferior a 10.000 kg/ha, la calidad es excepcional.
El clima suave y el suelo arcilloso con arena y limo confieren al sabor fantástico de las uvas Parellada y Garnacha una nota única. La mejor prueba de ello es el Mascaró Cava Pure Reserva Brut Nature. Su carácter seco con frescura vibrante y fino mousseux ofrece una experiencia de sabor única. Con un perfil elegante y seco, este vino es perfecto para acompañar platos contundentes como caza, cerdo, cordero especiado o guisos intensos.