La Bodega Miquel Jané tiene una larga tradición que abarca ya cuatro generaciones. Hoy, bajo la dirección de Bernadette Miquel Vacarisas, la bodega continúa con la tradición familiar elaborando vinos de calidad excepcional. Miquel Jané combina tradición con un enfoque moderno, lo que la convierte en un referente distintivo en el ámbito de los vinos ecológicos.
La historia de la Bodega Miquel Jané comenzó a finales del siglo XIX, cuando Antonio Jané Formosa y Josefa Pascual Formosa se casaron y sentaron las bases de la actual Bodega J. Miquel Jané. Desde entonces, la bodega ha estado estrechamente ligada a la familia, siendo transmitida a través de cuatro generaciones. Originalmente, el vino se producía en grandes cantidades y se exportaba principalmente a Cuba. Con el tiempo, la bodega adquirió varios viñedos, entre ellos Cal Costas y La Baltana Vella, de los cuales provienen hoy todos los vinos de Miquel Jané. En 2002, Josep Miquel Jané transformó el negocio del comercio al por mayor a la producción de vinos embotellados bajo su propia marca. La generación actual, liderada por Bernadette y Josep Miquel, sigue el negocio, enfocándose en la agricultura ecológica y ampliando los mercados de exportación.
La filosofía de la Bodega Miquel Jané se centra en la producción de vinos ecológicos y de alta calidad. Desde 2002, la bodega practica la viticultura ecológica en sus 57 hectáreas de viñedos propios. Los viñedos en la elevada Font-Rubí, conocida como el "Balcón del Penedès", ofrecen condiciones ideales para las vides. Los suelos profundos y arcillosos-calcáreos contribuyen a procesos de maduración lentos y óptimos, resultando en vinos con una acidez distintiva.
La Bodega Miquel Jané también fomenta la viticultura en la región. Ofrecen a los viticultores la posibilidad de producir vino en la bodega, complementando su oferta con un servicio integral de producción. La bodega apuesta por variedades como Xarel.lo, Parellada, Sauvignon Blanc, Garnacha, Cabernet Sauvignon y Syrah, reflejando así la diversidad y calidad de la región. Esta combinación de artesanía tradicional, técnicas modernas y un enfoque en prácticas ecológicas define la singularidad de los vinos de Miquel Jané.