Vinicola de Nulles

Después de que el pueblo de Nulles, en la provincia catalana de Tarragona, fuera afectado por una fuerte infestación de filoxera en 1919, los habitantes decidieron construir juntos una bodega para toda la localidad. Tras la devastación de muchas viñas, el anhelo de esperanza era grande. Así nació la Catedral del Vino de Nulles. En 1920 se realizó la primera cosecha. Muchos años después, en 2002, la Catedral del Vino fue declarada Patrimonio Nacional y se convirtió en un símbolo de Nulles.

Todos los vinos de la Vinícola de Nulles están certificados como orgánicos. La proximidad al Mediterráneo favorece una excelente maduración de los vinos, gracias a la refrescante brisa marina y las muchas horas de sol en la región de Tarragona. Las precipitaciones son escasas. El equipo de viticultores se asegura de utilizar siempre las mejores uvas. Las familias trabajan en los viñedos y conocen a la perfección las características del suelo y el clima para la elaboración del vino. En la Catedral del Vino de Vinícola de Nulles se celebran regularmente seminarios y eventos culturales. Los visitantes pueden aprender más sobre el proceso de producción del vino y el cava, así como datos interesantes sobre el movimiento cooperativo catalán durante una visita guiada.

Los suelos de la Vinícola de Nulles tienen un alto contenido de cal y arcilla. En total, los 190 socios gestionan una superficie de 425 hectáreas, en las que cada año se producen dos millones de litros de vino. Las variedades de uva cultivadas son Macabeu, Xarel·lo, Parellada, Moscatel, Tempranillo, Merlot y Xarel·lo Vermell. Entre los vinos destacan el Parabolic en sus variantes blanco, rosado y tinto, pero también merece mención el Xarel·lo tinto. Además, en el catálogo de la Vinícola de Nulles se encuentran espumosos de alta calidad como el Adernats.