La Bodega Eufrosina Pérez, profundamente arraigada en el pintoresco paisaje de La Palma, se destaca por sus viñedos que alcanzan impresionantes alturas de más de 1200 metros. La filosofía de Eufrosina Pérez – marcada por el amor a la tierra, la dedicación y la entrega total – es la clave de su éxito.
La Bodega Eufrosina Pérez, nombrada en honor a la pionera Eufrosina Pérez Rodríguez, tiene sus raíces profundamente insertadas en la tradición vinícola de La Palma, específicamente en la subzona norte de Briesta en Garafía. Originalmente heredada de su padre, Eufrosina ha estado al frente de los viñedos durante 20 años y en 1998 estableció la línea de vinos "El Níspero", que lleva con orgullo el sello de origen "Denominación de Origen de La Palma". Como la primera mujer en La Palma que se dedicó profesionalmente a la viticultura, rompió con la idea tradicional de que las mujeres no tenían lugar en las bodegas. Su lucha por el reconocimiento en una industria dominada por hombres se refleja en la calidad de sus vinos.
La filosofía de la Bodega Eufrosina Pérez se basa en un profundo respeto por la naturaleza y la tradición, combinado con tecnología moderna para producir vinos excepcionales. Los viñedos en terrazas están ubicados en la mejor zona de La Palma y aprovechan condiciones climáticas únicas: suelos arcillosos que retienen la humedad en invierno, temperaturas frescas que previenen enfermedades y suficiente luz solar.
La diversidad de variedades de uva, como Listán Blanco, Albillo Criollo, Negramoll y otras autóctonas, se benefician de los enrejados independientes que ayudan a las plantas a utilizar de manera óptima el calor almacenado en el suelo. Las cepas se plantan con mayor separación para maximizar la exposición al sol y la circulación de aire, lo cual es esencial para la calidad de las uvas. En la bodega, situada en medio de los viñedos, las uvas se despalillan cuidadosamente y se transportan a través de sistemas de tubos para un prensado suave. Aquí, la bodega utiliza procedimientos naturales sin adición de levaduras y emplea tanto barricas como tanques de acero para la maduración, dependiendo del tipo de vino, con el fin de preservar la singularidad de cada uno.