Besalduch Valls Bellmunt combina la revitalización de la tradición vitivinícola en Sant Mateu con métodos modernos de elaboración, apostando por prácticas biodinámicas. Sus vinos, con especial mención al destacado Silvaner, se caracterizan por su excelente calidad y un notable potencial de guarda, lo que los convierte en un ejemplo sobresaliente de la unión entre tradición e innovación.
En 1946, la cooperativa de Sant Mateu fundó una bodega que se completó en 1952, posicionándose rápidamente como un importante productor en Castellón y la Comunidad Valenciana. Durante la década de 1970, la bodega alcanzó su auge con más de 7 millones de kilos de uva en una sola vendimia. Sin embargo, las masivas arrancadas de viñedos en los años 80 provocaron una drástica caída en la producción, lo que llevó al cese de actividades entre 1985 y 2017. La reactivación de la bodega fue posible gracias a la replantación de viñedos entre 2009 y 2011 y a las extensas labores de restauración y modernización realizadas por nuevos socios.
La filosofía de Besalduch Valls Bellmunt combina tradición e innovación para elaborar vinos de calidad excepcional. Bajo la dirección del enólogo Roger Vernet, las variedades Garnacha, Tempranillo, Merlot, Moscatel, Sauvignon Blanc y Chardonnay prosperan en los suelos arcillosos y calcáreos de las parcelas Les Llomes y La Coma. Estos suelos aportan a los vinos una mineralidad y complejidad distintivas, mientras que la cuidadosa gestión de los viñedos garantiza que cada uva desarrolle su máximo potencial.
En el histórico sótano de la bodega, que se beneficia de un microclima ideal, las uvas se procesan con extrema delicadeza. La elaboración se centra en métodos respetuosos que conservan los aromas naturales y el carácter único de cada variedad. Un vino destacado es el Carló de Sant Mateu, elaborado siguiendo procedimientos tradicionales y reflejando la rica historia del viñedo. Gracias a una cuidadosa artesanía en el viñedo y al uso de técnicas avanzadas en la bodega, Besalduch Valls Bellmunt produce vinos que expresan tanto la singularidad de su terroir como la visión moderna de la bodega.