Ya en su quinta generación, Bodegas Cano combina tradición e innovación para producir vinos ecológicos y artesanales con un carácter inconfundible. Esta bodega familiar es sinónimo de máxima calidad y autenticidad. Cualquiera que busque un placer genuino con procedencia encontrará el vino adecuado en Bodegas Cano.
En 1860, Blas Cano García fundó una bodega en Higueruela, cuyas históricas instalaciones se han conservado hasta nuestros días. Después de que en 1965 sus nietos Adolfo y Blas cerraran el negocio y se convirtieran en socios fundadores de la cooperativa local, la empresa familiar se restableció en 2004. La bodega se reconstruyó con mucha pasión y el deseo de combinar tradición y modernidad. En la actualidad, la quinta generación dirige Bodegas Cano y procesa anualmente alrededor de 1.000.000 de kilos de uva procedente de 140 hectáreas de viñedos propios. La historia de Bodegas Cano se caracteriza por la continuidad, el espíritu innovador y un profundo vínculo con la región.
A 1.000 metros de altitud, en los mejores parajes de Los Prados y La Herrada, Bodegas Cano cultiva una profunda conexión con el terruño de la región. Las viñas crecen en suelos franco-arenosos, calcáreos y cascajosos, que ofrecen un excelente drenaje y condiciones ideales para vinos expresivos. Las variedades de cultivo ecológico son la Monastrell, la Verdejo y la Sauvignon Blanc, pero el verdadero buque insignia es la Garnacha Tintorera. El tratamiento respetuoso de la naturaleza y el esmerado cuidado de los viñedos son elementos centrales de la filosofía de Bodegas Cano. La elevada altitud garantiza grandes fluctuaciones de temperatura, lo que favorece el desarrollo de sabores complejos y una estructura ácida equilibrada.
En la bodega, el maestro bodeguero Adolfo Cano López apuesta por una combinación de tradición e innovación. Además de métodos modernos, también se cultivan técnicas originales, como la crianza de vinos seleccionados en viejas tinajas de barro que se conservan desde la fundación de la bodega. Este método confiere a los vinos una textura, profundidad y autenticidad especiales. El resultado son vinos artesanales con un origen claro y un carácter inconfundible.