Bodegas García Molina es sinónimo de vinos de alta calidad, seleccionados a mano, provenientes de la región DOP Jumilla. Esta bodega familiar apuesta por métodos tradicionales y la tecnología más avanzada para crear vinos únicos. Gracias a la cuidadosa selección y procesamiento de las uvas, cada cosecha se convierte en una experiencia especial.
Bodegas García Molina, una pequeña bodega familiar, fue fundada hace más de 30 años en Ontur, Albacete. Situada al pie de la Sierra del Madroño, la bodega aprovecha el clima cálido y seco de la región para producir vinos de alta calidad y carácter único. Desde el principio, el enfoque ha sido la vinificación tradicional, combinada con técnicas modernas. Las uvas, seleccionadas a mano y procesadas con esmero, se reflejan en la calidad excepcional de los vinos. Bodegas García Molina está orgullosa de pertenecer a la DOP Jumilla y se ha ganado un nombre gracias a sus excelentes vinos.
Bodegas García Molina representa el equilibrio perfecto entre la artesanía tradicional y la tecnología moderna, tanto en el viñedo como en la bodega. La filosofía de la bodega se basa en garantizar la más alta calidad en cada etapa del proceso de vinificación. Los viñedos en Ontur, Albacete, se extienden al pie de la Sierra del Madroño, beneficiándose de un clima cálido y seco, ideal para el cultivo de Monastrell y Cabernet Sauvignon.
El Monastrell se cultiva en el Aeródromo de Ontur, mientras que el Cabernet Sauvignon proviene del Cerro de las Perdices. Ambas variedades crecen en suelos calcáreos, que aportan a los vinos una mineralidad particular. Las uvas se cosechan a mano y se procesan de inmediato para preservar su frescura y aromas. En la bodega, la fermentación se realiza en tanques de acero inoxidable con control de temperatura, seguida de una cuidadosa crianza.
Los vinos de Monastrell se distinguen por su intensa frutosidad y especias, mientras que el Cabernet Sauvignon impresiona con sus aromas de frutas rojas, hierbas y su sabor aterciopelado. Ambos vinos cuentan con la certificación DOP Jumilla y reflejan perfectamente el terroir de la región. Este cuidado en los detalles y la producción limitada hacen que los vinos de Bodegas García Molina sean únicos y especiales.