Finca Antigua

Finca Antigua fue adquirida en 1999 por la familia Martínez-Bujanda para diversificar su portafolio de vinos. La bodega, que se inauguró en 2003, se encuentra entre las provincias de Cuenca y Toledo, y combina lo antiguo con lo nuevo al producir vinos innovadores que reflejan el terroir único. Mediante arduos trabajos técnicos, se catalogaron las parcelas y se plantaron nuevas variedades con un alto potencial de adaptación al terruño. Hoy en día, los viñedos de Finca Antigua brillan con un nuevo esplendor y producen vinos excepcionales.

La filosofía de la bodega se manifiesta en el cuidado meticuloso de 40 parcelas diferentes, donde se cultiva una amplia gama de variedades de uva. Aquí se cultivan tanto variedades autóctonas como Viura, Garnacha, Tempranillo y Moscatel, así como variedades internacionales reconocidas como Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah. De estas uvas surgen vinos creativos y vanguardistas, como Finca Antigua Crianza Único y Finca Antigua Reserva, que resultan de la fusión de los estilos y parcelas de la bodega. Una parcela especial de Finca Antigua es Pico Garbanzo, una enclave de cuatro hectáreas donde una mezcla atípica de variedades de uva produce el vino excepcional Clavis.

Los suelos de Finca Antigua son generalmente de cal y arcilla y son pobres en materia orgánica, lo que junto con la altitud de 900 metros -una de las zonas más altas de La Mancha- permite la producción de vinos únicos e innovadores. La excepcional amplitud térmica de la región y los suelos robustos, ideales para plantas resistentes como las vides, generan vinos con una acidez característica y un bajo pH natural, que incluso en años cálidos no superan un grado alcohólico de 14 grados.