Vallformosa es un productor independiente de cava y vinos con más de 150 años de historia, que destaca la autenticidad y el amor por la tierra y el medio ambiente. Con un enfoque en la sostenibilidad, la bodega se ha establecido como pionera en producción ecológica y responsable.
Vallformosa comenzó en 1865 con el cultivo de viñedos cerca de la Masía La Sala en Vilobí del Penedès. Tras la plaga de filoxera que azotó la región, Vallformosa fue uno de los pioneros en replantar vides sanas y recibió en 1904 el reconocimiento del rey Alfonso XIII. Originalmente, la bodega producía vino a granel, pero en la década de 1990 amplió sus instalaciones con dos modernas líneas de embotellado. Así comenzó también la exportación de sus productos, que hoy en día es un área de negocio importante. En los últimos años, Vallformosa se ha comprometido con la sostenibilidad. Desde entonces, ha reducido y reciclado el consumo de agua y la bodega obtiene el 100% de su energía de fuentes renovables.
De este modo, se producen vinos y cavas ecológicos y veganos. Por su calidad sobresaliente, ha sido galardonada en varias ocasiones con el Premio Vinari a la mejor bodega. Además, la bodega ha recibido 12 medallas de oro, incluidas 8 Grand Gold, en los premios Gilbert & Gaillard, lo que refleja la excelencia de Vallformosa.
La filosofía de Vallformosa en el viñedo y la bodega combina métodos tradicionales con tecnología moderna y un profundo compromiso con la sostenibilidad. La bodega se encuentra en la elevada "Zona +500" del Penedès, donde la biodiversidad única y las diferencias térmicas entre el día y la noche otorgan a las uvas excelentes cualidades organolépticas. Vallformosa ha lanzado el proyecto "Vallformosa Plus" para seleccionar y apoyar las mejores bodegas.
En la bodega, la producción sigue la "méthode traditionelle" para el cava, donde la fermentación en botella juega un papel clave. El cava estándar envejece al menos 12 meses, mientras que las reservas envejecen al menos 24 meses, lo que resulta en aromas complejos y burbujas finas. Se utilizan tecnologías de vanguardia, como drones, para monitorear el crecimiento y maduración de las uvas, y el equipo se centra en medidas fitosanitarias cuidadosas.