Bodegas Román representa un proyecto nacido de la pasión familiar que, desde su fundación, ha sabido encontrar el equilibrio entre la tradición y la evolución constante. Lejos de modas pasajeras, el foco está puesto en el respeto a los viñedos propios y en la búsqueda de vinos expresivos, con un carácter definido.
La historia comienza en 1998, cuando José Manuel Román, con experiencia en hostelería y comercialización de vinos, decidió dar un paso adelante y cumplir el sueño de contar con su propia bodega. Con apenas diez hectáreas heredadas, elaboró sus primeros vinos y sentó las bases del desarrollo actual. En 2004 se incorporó su hijo Héctor, aportando formación y una gran pasión por la viticultura y la enología. En 2009 presentaron su primer vino con crianza, un hito que supuso un salto cualitativo y consolidó el nombre Román dentro de la Denominación de Origen Campo de Borja.
Hoy en día, Héctor Román dirige la bodega con una filosofía clara. Sus viñedos en Tabuenca y Bulbuente se extienden entre 550 y 850 metros de altitud, plantados mayoritariamente con Garnacha y con una pequeña proporción de Syrah. Los suelos marcan la diferencia: las parcelas bajas, con arcillas férreas en terrazas fluviales, aportan vinos potentes, estructurados y carnosos; mientras que las más altas, con suelos pedregosos y rendimientos reducidos, ofrecen vinos de gran finura y elegancia.
El clima refuerza este carácter: fuertes contrastes térmicos entre día y noche, la influencia conjunta atlántica y mediterránea y la presencia del cierzo, viento frío y seco, garantizan uvas sanas y con una notable concentración aromática. En bodega, el trabajo se centra en mantener el equilibrio entre fruta, estructura y crianza, con el objetivo de reflejar en cada vino la identidad de su tierra y la dedicación de varias generaciones.